LA ELIMINACIÓN DE LAS PRESAS

Las presas suelen provocar la estratificación del agua, lo que puede resultar en la disminución del oxígeno disponible y en el aumento de sustancias nocivas, como el metano.

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6/16/20245 min leer

La necesidad de eliminar las presas de los embalses es un tema de gran importancia en la actualidad. Estas estructuras, construidas en su mayoría a mediados del siglo XX, tenían como objetivo principal la generación de electricidad mediante la energía hidráulica. Sin embargo, con el paso del tiempo y el avance de la tecnología, esta razón de ser ha perdido peso frente a métodos más modernos y eficientes de producción energética.

En primer lugar, es esencial reconocer que las técnicas actuales de generación de energía, como la solar, eólica y geotérmica, no solo igualan sino que superan la capacidad de las presas hidroeléctricas. Estas fuentes de energía renovable son más sostenibles y menos invasivas para el medio ambiente, lo que las convierte en una mejor opción para el futuro energético.

Además, la existencia de presas altera significativamente el ecosistema fluvial. El agua de los ríos, al verse contenida por las presas, pierde su capacidad de fluir libremente, lo que afecta directamente a la flora y fauna que dependen de la corriente natural para su supervivencia. La migración de especies acuáticas, como los peces, se ve interrumpida, y los sedimentos que normalmente fertilizarían las tierras río abajo se acumulan en el embalse, lo que puede llevar a la pérdida de biodiversidad y a la degradación del hábitat.

La eliminación de las presas también tendría un impacto positivo en la calidad del agua. Las presas suelen provocar la estratificación del agua, lo que puede resultar en la disminución del oxígeno disponible y en el aumento de sustancias nocivas, como el metano, un potente gas de efecto invernadero. Al permitir que el agua fluya libremente, se promueve la autodepuración de los ríos y se mejora la calidad del agua para el consumo humano y la vida acuática.

Otro aspecto a considerar es el riesgo que representan las presas en términos de seguridad. Con el tiempo, estas estructuras pueden debilitarse y convertirse en una amenaza para las comunidades río abajo. Los costos de mantenimiento y reparación son elevados, y en muchos casos, es más viable económicamente desmantelarlas que continuar con su operación.

Por último, la eliminación de las presas ofrecería oportunidades para la restauración de los ríos y la revitalización de las áreas afectadas. Proyectos de restauración fluvial pueden reintroducir especies nativas, recuperar paisajes naturales y fomentar el turismo ecológico, lo que a su vez puede impulsar la economía local.

En conclusión, la supresión de las presas de los embalses es una medida necesaria para avanzar hacia un futuro más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. La transición hacia fuentes de energía renovables y la restauración de los ecosistemas fluviales son pasos fundamentales para garantizar la conservación de nuestra flora y fauna, así como para asegurar la salud y seguridad de nuestras comunidades. Es hora de reconocer que las presas, una vez símbolos de progreso, ahora representan barreras para el desarrollo sostenible y la preservación de la naturaleza.

Varios países en Europa han comenzado a reconocer la importancia de eliminar presas obsoletas y están tomando medidas para desmantelarlas. España es uno de los líderes en este movimiento, habiendo derribado un número significativo de barreras fluviales. En 2021, España llevó a cabo la destrucción de 108 barreras fluviales, lo que la posiciona como el país europeo con más barreras fluviales demolidas este año.

Francia y Dinamarca también son pioneros en este aspecto, con casi 30 años de experiencia en la eliiminación de estas infraestructuras, han demostrado que, a largo plazo, la demolición de presas obsoletas es beneficiosa tanto para los ecosistemas como para las comunidades humanas.

Otros países que han participado en la demolición de presas, incluyen Suecia, con 40 narreras derribadas, Fonlandia, con 16 y, el Reino Unido, con 101. Estos esfuerzos colectivos reflejan un cambio hacia una gestión más sostenible de los recursos hídricos y un mayor respeto por los ecosistemas fluviales naturales.

La eliminación de presas ofrece una serie de beneficios significativos tanto para el medio ambiente como para las comunidades locales. Aquí hay algunos de los beneficios más destacados:

  1. Mejora de la salud de los ríos: Al eliminar las presas, se permite que los ríos vuelvan a fluir de manera natural. Esto es crucial para mantener la biodiversidad y la salud ecológica de los ríos,

  2. Restauración de ecosistemas: La demolición de presas ayuda a restaurar los ecosistemas fluviales y permite que la fauna acuática, como los peces, migren y se reproduzcan de manera natural.

  3. Reducción de la sedimentación: Sin presas, los sedimentos pueden fluir libremente, lo que ayuda a mantener la calidad del agua y reduce la necesidad de dragados costosos.

  4. Prevención de inundaciones: Las presas pueden crear riesgos de inundación aguas arriba y alterar los patrones de inundación naturales. Su eliminación puede ayudara restaurar los procesos de inudación naturales y reducir el riesgo de inundaciones catastróficas.

  5. Aumento de la calidad del agua: La eliminación de las presas puede mejorar la calidad del agua al reducir a estratificación de la misma al tiempo que se evita la proliferación de algas tóxicas.

  6. Beneficios económicos: A menudo es más económico eliminar una presa que mantenerla, especialmemte si está obsoleta o en desuso.

  7. Fomento del turismo ecológico: Los rios libres atraen a turistas y recreacionistas, lo que puede impulsar la economia local y crear empleos.

  8. Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero: Las presas pueden contribuir a la producción de metano, un potente gas de efecto invernadero. Su eliminación puede reducir estas emisiones.

En resumen, la eliminación de presas puede tener un impacto positivo en la conservación de la naturaleza, la gestión de recursos hídricos, la seguridad de las comunidades y la economía local. Estos beneficios son fundamentales para avanzar hacia un futuro más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

Varios países han tenido éxito en la restauración de ríos tras la eliminación de presas, destacando principalmente España y Francia. España se ha convertido en un referente en la demolición de presas y en la retauración de los ríos, liderando en 2021, tal como queda comentado anteriormente, en la eliminación de 108 barreras en los ríos, casi la mitad de los 239 desmantelados en Europa. Además en 2023, Españay Francia lideraron la lista europea de eliminación de presas, lo que permitió reconectar más de 4.300 kolómetros de habitat fluvial, impulsando la biodiversidad y mejorar la resiliencia climática. En el cómputo histórico, Francia y Suecia son líderes en Europa, con varios miles de barreras retiradas en las últimas décadas. En Estados Unidos, se han demolido más de 700 presas por motivos de seguridad y económicos y, Francia ha sido pionera en la Unión Europea con la eliminación de varios obstáculos en la cuenca del Loira.

Estos esfuerzos reflejan un cambio hacia una gestión más sostenible de los recursos hídricos y un mayor respeto por los ecosistemas fluviales naturales, demostrando que es posible restaurar ríos y mejorar significativamente el medio ambiente y la calidad de vida de las comunidades cercanas.

España ha sido líder en Europa en la eliminación de barreras fluviales, con un enfoque significativo en la demolición de presas y otras estructuras que alteran los ríos. . Aunque la mayoría de estas estructuras no eran grandes presas, sino más bien pequeños azudes y otras barreras de menor tamaño, su eliminación ha tenido un impacto positivo en la restauración de los ecosistemas fluviales y en la mejora de la conectividad de los ríos.

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